Un hombre entra en un restaurante de última moda y sale a recibirle un robot, perfectamente vestido de maitre, que le dice:
“Lo siento, señor, pero todas las mesas están ocupadas y tendrá usted que esperar una media hora. Estoy perfectamente programado y, si usted lo desea, mientras la casa le invita a una copa en la barra, podemos conversar un poco, para que la espera sea más agradable”
“De acuerdo”, dice el cliente sorprendido
¿Le importaría decirme cuál es su Cociente Intelectual?, pregunta el robot-maitre
“Es de 160″, responde el cliente.
Y durante los treinta minutos siguientes, el robot dialogó con soltura y amenidad sobre los últimos acontecimientos culturales, la economía mundial, analizando sus previsibles tendencias y sobre los más recientes avances científicos y tecnológicos.
El cliente queda muy impresionado y, al cabo de unos días, decide volver, pero, para ver cómo reacciona el robot, le dice
tener un CI de 95. El robot estuvo los treinta minutos de espera comentando el desarrollo de la liga de fútbol, los triunfos internacionales del deporte español también, los últimosprogramasde televisión.
Lleno de curiosidad, por tercera vez vuelve el cliente a los pocos días y ahora, a la pregunta del robot, responde que tiene un CI de 50 El robot comienza a hablarle despacito y le
dice:
A s í q u e v o l v e r e m o s a v o t a r a Z a p a t e r o ¿n o?
Me sé el mismo con c.i. 23. Robot: ¡Qué, otro añito en la oposición no?