feb
12
2008
En un McDonald’s, un tipo joven observa a una pareja deancianosque
entran a almorzar, y se da cuenta que el anciano ordena una
hamburguesa, una orden de papas, un refresco y que pide un vaso extra.
Interesado, ve cómo el anciano divide la hamburguesa a la mitad y que
cuenta las papas fritas: una para ella, una para él, otra para ella y
otra para él, hasta dividirlas por igual. Después, el viejo llena el
vaso vacío con la mitad del refresco. El setentón empieza a comer
mientras la esposa lo vigila con las manos sobre su falda.
Acomedido, el muchacho se acerca a losancianosy amablemente les
pregunta que si no les importaría que les comprara otra hamburguesa, y
así no tendrían que dividir esa. Pero el viejo le replica:
“Nosotros llevamos 50 años de casados y cada cosa siempre la hemos
dividido a la mitad, jovencito”.
Dirigiéndose a la anciana, el chico le pregunta que cuándo iba ella a
comer. La mujer le contesta:
“Tengo que esperar mi turno para que él me preste la dentadura,
hijito”.