oct
23
2008
Un tipo llega borracho y de madrugada a su casa. Como no traía las llaves consigo, se dirige al patio de su casa y ve que su perro lleva un periquito muerto en el hocico. Entonces el tipo exclama:
- ¡Dios mío, si es el loro de la vecina!
El hombre se inquieta y, apenado, pone al ave en la jaula de la vecina y se va a dormir. Al día siguiente, cuando se despierta, ve que su esposa está llorando y pregunta la causa; la mujer le informa:
- Es que se murió la vecina.
- Pero, ¿cómo es posible?, si ayer la vi en perfectas condiciones.
- Es que le dio un infarto, porque ayer enterró al loro que se le murió, y este apareció en su jaula esta mañana.
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